Diseño del parque
Un parque bien diseñado es algo más que un espacio verde: es un lugar donde la gente descansa, se reúne y conecta con la naturaleza y la comunidad. Los bancos y el mobiliario de exterior cuidadosamente colocados desempeñan un papel fundamental en el uso y disfrute del espacio por parte de los visitantes. En esta guía encontrará consejos prácticos para diseñar parques acogedores, funcionales e integradores, empezando por el mobiliario que reúne a la gente.
Fomentar la interacción social
Utilice el mobiliario para fomentar las interacciones informales. Las mesas de picnic, los asientos para grupos y los bancos semicirculares pueden invitar a los visitantes a conversar. Coloque asientos sociales cerca de zonas de juego, parques para perros o quioscos de comida para mejorar las experiencias en común. No obstante, equilibre siempre las áreas sociales con zonas más tranquilas para el descanso y la reflexión.
Accesibilidad e inclusión
El mobiliario de exterior debe ser accesible para todos. Incluya bancos con reposabrazos y respaldo para personas mayores, y deje espacio suficiente junto a algunos bancos para usuarios de sillas de ruedas. Las mesas deben adaptarse a distintas alturas, y los caminos hacia el mobiliario deben ser llanos y fáciles de recorrer. El diseño inclusivo garantiza que el parque esté al servicio de toda la comunidad.
Durabilidad y mantenimiento
Seleccione materiales que se adapten al entorno del parque y a su nivel de uso. La madera tratada térmicamente, el acero, el HPL y el plástico reciclado son opciones populares gracias a su resistencia a la intemperie y su bajo mantenimiento. Asegúrese de que todo el mobiliario esté bien anclado y construido para resistir el desgaste, el vandalismo y los elementos. La durabilidad a largo plazo ayuda a reducir los costes de mantenimiento y conserva el aspecto y la funcionalidad del espacio.
Madera tratada térmicamente
Plástico reciclado
Crear un sentido del lugar
El mobiliario contribuye al carácter del parque. Estilos y materiales coherentes en bancos, papeleras y aparcabicicletas para crear una estética cohesionada. Elija colores y formas que complementen el paisaje y la identidad local.
Diseño flexible
Los parques evolucionan con el tiempo, y su mobiliario también debería hacerlo. Piense en piezas móviles que puedan reconfigurarse a medida que cambien las necesidades. Esto es especialmente útil en parques de temporada o para instalaciones temporales durante eventos. La flexibilidad favorece la adaptabilidad y la pertinencia a largo plazo.
Favorecer el transporte activo
Para animar a los visitantes a ir al parque en bicicleta, lo primero es disponer de aparcamientos seguros y cómodos. Coloque aparcabicicletas cerca de las entradas principales, los aseos y los servicios más frecuentados, como cafeterías o zonas deportivas. Asegúrese de que sean claramente visibles, estén bien iluminados y cerca de los caminos para que el aparcamiento resulte seguro y accesible.
En parques muy frecuentados o con visitas prolongadas, considere la posibilidad de instalar aparcamientos cubiertos para proteger las bicicletas de la lluvia y mostrar que los ciclistas son bienvenidos. Elija portabicicletas que soporten el cuadro (no sólo la rueda delantera) y permitan a los usuarios bloquear con seguridad tanto el cuadro como las ruedas. Cuando sea posible, integre los aparcabicicletas en la estética general del parque con materiales a juego o sutiles detalles de diseño.
Colocación cuidadosa de las papeleras
Las papeleras son esenciales para mantener los parques limpios y agradables, pero sólo funcionan si se colocan estratégicamente. Colóquelas cerca de las entradas, a lo largo de los caminos principales, junto a los bancos y merenderos y, sobre todo, cerca de los puestos de comida o los parques infantiles. Es más probable que la gente utilice las papeleras si están al alcance de la mano.
Elija materiales duraderos y resistentes a la intemperie, y piense en cubos con tapa para disuadir a las plagas y evitar que se desborden. Para fomentar el reciclaje, utilice contenedores con códigos de colores o claramente etiquetados para los distintos flujos de residuos. Y no olvide la estética: unas papeleras bien diseñadas que combinen con el estilo del parque pueden integrarse en el espacio o incluso mejorarlo.